Pero una mañana, cuando Mía, su hermano y sus padres van en coche, tienen un terrible accidente. Los padres mueren en el acto; el hermano no sabemos exactamente. Mía queda en coma. Lo curioso del caso es que Mía “ve” desde fuera lo que está pasando: es como si su alma se hubiera desprendido de su cuerpo y así, puede observar a sus padres muertos, a los médicos del servicio de ambulancias actuando sobre su cuerpo, se puede observar a ella misma mientras yace en la cama del hospital al que le han trasladado, con multitud de cuerpos saliendo y entrando en su cuerpo, a sus amigos, novio y familiares que esperan angustiados en la sala de espera… Y ha de decidir qué hacer: si reunirse en el cielo o dónde sea con sus padres o quedarse en la tierra y afrontar su vida sin ellos.
Gracias a Los Ángeles de Charlie por el libro.
Es uno de mis libros favoritos, Ame la historia me cautivo que no quería dejar de leer ni un instante.
ResponderBorrargracias.
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